Los episodios de altas temperaturas cada vez más intensos, frecuentes y largos (AEMET, Informe climático anual, 2023) han convertido el estrés térmico en un desafío prioritario para la Seguridad y Salud Laborales. La exposición a altas temperaturas puede afectar gravemente a la salud de los trabajadores y aumentar la probabilidad de accidentes en sectores como la construcción, la agricultura, el transporte o la industria (INSST, Nota Técnica de Prevención 443).
¿Qué es el estrés térmico?
El estrés térmico se produce cuando el cuerpo no puede regular eficazmente su temperatura por el calor ambiental, la humedad o la actividad física. Entre sus consecuencias más graves están los golpes de calor, la deshidratación, el agotamiento, mareos e incluso el colapso circulatorio (llevando a la muerte). Además de los daños a la salud, también impacta en la productividad: el cansancio y la falta de concentración elevan el riesgo de errores y accidentes.
Factores de riesgo
Algunos de los principales factores que incrementan la vulnerabilidad son:
- Trabajar al aire libre en horas de máxima radiación solar.
- Realizar esfuerzos físicos intensos.
- Utilizar equipos de protección individual (EPI) poco transpirables o de baja calidad.
- No disponer de pausas de recuperación ni de acceso a agua fresca.
Identificar estos riesgos es un primer paso fundamental en cualquier programa de PRL.
Medidas preventivas
Para reducir los efectos del calor extremo, la prevención de riesgos laborales recomienda aplicar un plan integral que combine organización, formación y equipamiento adecuado:
- Planificación de tareas: priorizar los trabajos de mayor esfuerzo en las horas más frescas del día.
- Hidratación y descansos: garantizar pausas periódicas y acceso constante a agua fresca.
- Protección individual: ropa ligera, transpirable y uso de sombreros o cascos ventilados.
- Formación en Seguridad y Salud Laboral: enseñar a reconocer los síntomas de un golpe de calor y cómo actuar de inmediato.
- Vigilancia de la salud: realizar controles periódicos a trabajadores especialmente sensibles (mayores, personas con enfermedades crónicas, etc.).
👉 Guía práctica para la gestión del calor en el trabajo (recurso de CCOO): https://www.ccoo.es/c162b44e92e79bc1c99a12796d1689b0000001.pdf
